REFLEXIONES

En está sección comparto algunos de los textos y evidencias que he recopilado a lo largo de mi formación.




Enseñar no es transferir conocimientos, sino crear las posibilidades para su producción o su construcción. Quien enseña aprende al enseñar y quien enseña aprende a aprender.
Paulo Freire

LA IMPORTANCIA DEL PORTAFOLIO ELECTRÓNICO DOCENTE COMO RECURSO EN MI PRÁCTICA EDUCATIVA.

      Los tiempos que vivimos exigen de quienes nos dedicamos a la formación de “individuos” un estado de permanente alerta, de reconceptualización e indagación de nuevas y viejas herramientas, a la luz de las demandas sociales de aprender “de otra manera”, aquellos que tengan en cuenta las exigencias de los nuevos contextos de enseñanza y aprendizaje caracterizados por la integración de las nuevas tecnologías y, sobre todo, por el ineludible protagonismo de sus participantes.


   Para un servidor es nuevo el uso de los portafolios por medio de la red, lo he venido haciendo de manera física o de manera digital, me ha servido para evaluar, retroalimentar y tener organizadas de alguna manera mis evidencias; ha sido para mí gratificante en estos últimos días el estar inmiscuido en la posibilidad de compartir y obtener de quienes estamos interesados en modificar nuestro quehacer diario de manera inmediata nuevas y enriquecedoras experiencias y recursos. Me abre un sinfín de posibilidades de enriquecer mi práctica y tal como se pretende en este apartado la constante reflexión de la misma.


EL PORTAFOLIO ELECTRÓNICO DOCENTE     
 Los portafolios se han conformado de documentos o producciones materiales que se respaldan y se comparten en un soporte físico. Sin embargo, desde hace algunos años se hace cada vez más frecuente una conformación digital, como evidente respuesta a la generalización de las nuevas tecnologías de la información, la comunicación y la expresión, lo que trae consigo indiscutibles ventajas en términos de economía, ecología, compartición, almacenamiento y recuperación.
Es posible afirmar que los portafolios docentes con vocación acreditativa responden al cometido fundamental de certificar la productividad y el desempeño de los maestros, preferentemente desde una perspectiva cuantitativa, preocupada ante todo por la rendición de cuentas. Sintonizan abiertamente con la evaluación orientada al control y la administración, al tiempo que suelen obedecer a formatos más bien rígidos y uniformizantes que conceden poco autonomía al docente en lo que respecta a su concepción, diseño y desarrollo.
   Los portafolios docentes con orientación formativa se diseñan para que el profesor en ejercicio reflexione críticamente sobre su trabajo, para qué tome conciencia de sus logros y de sus intereses, de sus teorías, sus realizaciones y sus expectativas.
Los portafolios de carácter electrónico, diremos que contrastan con los de tipo físico o analógico porque el soporte en que se diseñan, se desarrollan y se comparten de naturaleza informática, sea que se ubiquen en computadoras personales, en dispositivos portátiles, en redes locales e incluso en la gran red. Este contraste ya nos permite adivinar algunas de sus posibles ventajas: disponibilidad casi inmediata y eventualmente universal, funcionalidades de búsqueda sumamente potentes, prescindencia del papel y la tinta, alojamiento de materiales realmente diversos, integración y convergencia de medios y recursos, maximización de las potencialidades comunicativas y almacenamiento de amplio alcance, son algunos de los argumentos que pueden abonarse a favor de ellos.
El portafolio docente es esencialmente formativo, lo que equivale a decir orientado a la innovación y la mejora, de carácter gradualista y evolutivo, promotor del aprendizaje y el desarrollo docente, facilitador de una reflexión crítica e ilustrada sobre nuestro trabajo, detonador por igual de procesos metacognitivos y de toma de conciencia emocional.
REFERENCIA: 
EL CASO DE UN PORTAFOLIO ELECTRÓNICO DOCENTE: FORMACIÓN, ACTIVIDAD REFLEXIVA Y PERCEPCIÓN SOCIAL.


Marco Antonio Rigo Lemini (*)
Universidad Nacional Autónoma de México.

      
   
   Un Portafolio recoge los trabajos que un alumno o docente ha ido elaborando a lo largo del curso para, tras su análisis, poder saber qué competencias ha desarrollado. Los trabajos deben ir acompañados de una explicación que justifique su elaboración así como las reflexiones por parte de los involucrados sobre el proceso seguido y sobre el producto final. Con todo ello se pretende que el joven sea consciente de las destrezas o competencias que ha adquirido a lo largo del proceso. El portafolios es, además, una buena herramienta de reflexión para el propio docente sobre el trabajo de sus alumnos así como de su labor propia.


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